Se trata de Carlos Anzaldo quien enfrenta un proceso por el presunto delito de abuso sexual agravado.
Cipolletti.- Mediante un juicio abreviado desarrollado este mediodía el fiscal de cámara Alejandro Silva, el abogado patrocinante de la querella Marcelo Hertizriken Velazco y el defensor particular Juan Kees coincidieron en solicitar para el ginecólogo Carlos Anzaldo la pena de tres años y seis meses de prisión en orden al delito de abuso sexual agravado.
Además Hertizriken Velazco pidió que lo inhabiliten por veinticuatro meses para el ejercicio de su profesión.
Los jueces fijaron la lectura de sentencia para el próximo vienes 3 de mayo a las 13 horas en la sala de audiencias de la Cámara Criminal Segunda de Cipolletti.
Actualmente Anzaldo se encuentra alojado en el Establecimiento de Ejecución Penitenciario nro. 5 purgando dos condenas que quedaron firmes por el Superior Tribunal de Justicia: una por diez años dictada por la Cámara Segunda y otra de diez años impuesta posteriormente por la Cámara Primera del Crimen de Cipolletti.
Dado que los jueces que integran la Cámara Segunda ya habían juzgado al imputado, en este tercer juicio el tribunal se integró con los magistrados Edgardo Albrieu, Santiago Márquez Gauna y Sonia Martín.
El acusado llego a debate por un hecho ocurrido entre noviembre y diciembre de 2001 en Cinco Saltos. En esa oportunidad Carlos Anzaldo se desempeñaba como profesor de la materia de biología del CEM nro. 72 donde concurría la víctima y era un conocido médico ginecólogo de la ciudad. En ese contexto, la joven se habría dirigido al centro asistencial donde trabajaba su profesor para que la asistiera por una dolencia. Valiéndose de su condición de ginecólogo le habría respondido que tenía un embarazo y le ofreció colocarle un óvulo que no tenía en ese momento para interrumpirle el supuesto embarazo. Días más tarde el acusado le habría dicho en clases “…anda a mi consultorio que tengo una cosita para vos…” haciendo alusión al óvulo que le había prometido. Por esta razón la joven habría regresado al consultorio de Anzaldo, donde fue invitada a pasar por el detenido indicándole a su secretaria que no lo interrumpieran, tras lo cual cerró la puerta con llave que guardó en su bolsillo. La acusación fiscal indica que el imputado le habría referido a la víctima que el “aborto era mal visto y por lo tanto tenía que ser un secreto entre ellos”, que le tenía que poner un óvulo y por eso tenía que excitarla. Con ese pretexto el médico la habría tocado en sus partes pudendas a lo que la chica respondió que la soltara porque iba a gritar, “allí la víctima solicitó que le abriera y se retiró”. La chica le había anticipado que había concurrido con su novio que la esperaba afuera.
“Para lograr un falso consentimiento de la víctima y satisfacer su apetito sexual el encartado se valió de su mayor edad y de su condición de médico de la especialidad de ginecología, su ascendencia sobre la víctima por su calidad de profesor de la misma, y por sobre todo hizo valer la circunstancia de temor de la entonces menor, al estado de pregnancia que falsamente le había hecho creer” fundamenta el requerimiento fiscal de elevación a juicio.
La acusación también fundamenta que fue de tal magnitud el temor infundado en la víctima que a las dos semanas de ocurrido el suceso la víctima ingirió veneno para hormigas con la finalidad de quitarse la vida ante el estado de depresión generado por la situación vivida. La joven debió ser internada en hospital local donde se le practicó un lavado de estómago y se determinó la inexistencia del embarazo.
(Fuente: Oficina de Prensa-IV Circ-PJRN)